domingo, julio 02, 2006

Locura

“Quiero que estés conmigo cuando llegue el silencio, cuando me encuentre solo quiero que estés conmigo, cuando no hayan aplausos, cuando no tenga amigos, cuando llegue el ocaso quiero que estés conmigo. Compartiremos juntos lo mucho que nos queda, yo tengo para darte cariño, una vida nueva. Mira, cuando llegue ese momento no habrán penas ni tristezas, no habrá envidia ni rencores; sólo se que mis amores siempre fueron para ti, quiero que estés conmigo mi amor, siempre conmigo; cuando llegue el silencio mi amor, siempre conmigo; cuando no hayan aplausos mi amor, siempre conmigo...” (Vals Peruano).

Me han encerrado y han dicho que estoy loco. No puedo salir y solo veo colchones blancos a mi alrededor. La gente que me rodea divaga sin poder articular palabras, yo no soy como ellos. Yo soy diferente. Yo no estoy loco. Locos son los que me encerraron aquí, locos son los que se burlaron de mi, locos son los que se aprovecharon de mi edad, locos son los que me ilusionaron, locos son los que hicieron que me idealizara.

No puedo detener mi llanto, es algo innato. Desde anoche, desde que me encerraron, no puedo parar de llorar. La camisa pica y me da frió. Es muy corta y la vez demasiado larga. Quiero vivir y dejar este lugar. Si me quedo mas tiempo moriré por ti. Gracias a ti aprendí a jugar en el lado seguro, aprendí que es difícil confiar en mi y en todos los que me rodean. Gracias a ti descubrí nuevamente lo que era el dolor.

Estoy asustado entre estas paredes y ya no hay nadie que quiera salvarme, los que estaban a mi alrededor han desaparecido y solo quedamos mi reflejo y yo. Me veo demacrado, me veo solo. Tengo en el rostro marcadas las líneas de la indiferencia y la tristeza, poco a poco me voy acercando a todo aquello que yo no quiero ser. Sentí la luz cegadora de un fuego prohibido... Bacilos tiene razón, creí en mis propias mentiras y ahora en el silencio todo se vuelve un lamento de guerras perdidas.

Creo que a fin de cuentas si estoy loco. NO!!! No puedo estar loco, yo estoy bien. Los locos son ustedes que siguen leyendo a alguien emocionalmente quebrado. Te estoy odiando, te estoy extrañando. Vístete con las mismas batas blancas que yo y trata de entender como se vive aquí. Mucha gente nos desprecia y nos trata con indiferencia. Nosotros también aprendimos eso. Sin embargo, siempre hay tiempo para escuchar a alguien mas necesitado que nosotros, siempre hay tiempo para una ultima taza de café, siempre hay tiempo para un ultimo beso, siempre hay tiempo para decir te quiero...

Hoy he vivido un día lúgubre, me he dado cuenta que no somos mas que fichas que el destino va moviendo a su favor. Somos piezas de ajedrez que los de arriba mueven a su antojo. Estoy lleno de ira, de odio, de dolor, de amor, de soledad, de paciencia, de rencor, de solidaridad, de temor, de grandeza, de generosidad, de lamento.

Te extraño, mas no puedo admitir que esta vez él que se equivoco soy yo. No cometo errores pues soy un loco. Los locos no estamos concientes. Fuiste tu él que me encerró en este dormitorio. Fuiste tu él que no quiso escuchar, fuiste tu él que hablo y no importo cuando lloraba, fuiste tu él que no tuvo los cojones de hacer las cosas bien. Fuiste tu él que tuvo miedo a pesar de todo lo que estábamos viviendo.

No entiendo lo que pasa a mi alrededor, todos están gritando y hay demasiado humo. Estoy encerrado y nadie escucha mis gritos, estoy asustado. Muy asustado. Me falta al aire, mi cabeza pesa, mis párpados se cierran. No recuerdo mas nada desde ese momento. Sigo durmiendo pero me siento muy ligero, ya no tengo aquella bata de papel que me colocaron aquellos locos. Ya no siento dolor, ya tu amor no me hace daño. Quiero un cigarro, el último. Despierto, sentado en la banqueta de un parque y sin un solo centavo, trato de pensar. No quiero, no puedo, no tengo ganas. Pienso en llamarte pero no quiero pasar por eso de nuevo, eres un libro cerrado, unas páginas manchadas de dolor, unas fotos que corté y no pretendo pegar de nuevo.

Camino, camino sin rumbo fijo, sin embargo se que ya llegue a mi destino. Donde yo esté, ése será mi camino. Tendré que hacer todo yo mismo, tendré que forjarme un futuro.

Vendo mi historia, vendo mi vida.
Es un buen precio, acepto.
Ahora le pertenezco al destino.
Silencio, Bullicio y este adorable servidor se despiden.
Pronto volveremos, espéranos!