Hoy escribí acerca de algo muy particular, y aunque sea muy joven, ello no quita su fuerza y entereza al momento de criticar el trato que se les daba a los primeros habitantes de la zona. Su lectura es muy recomendada.
¿Que ha sido el indio sino un vil esclavo, a quien miraban con desprecio, y altenería hasta los negros, y como una bestia de carga, que debia sufrir hasta morir el peso, con que se le queria gravar? No se contentaron nuestros autores con despojarlos de sus terrenos y propiedades con la tiranía y usurpación mas inaudita; sino que se constituyeron unos amos feroces que los tenían sujetos al yugo de la servidumbre, sumergidos en la desnudez, hambre y miseria.
Era delito que un indio mirase a la cara a un español, y si decia una palabra que no fuese la mas sumisa y humillante, era castigado con azotes y obligados a besar en el acto las manos de su verdugo. No era respeto, era adoración la que tributaba a sus tiranos, por consiguiente, estaba obligado a consagrarles los días, las horas, e incluso los minutos, olvidando enteramente las atenciones de su propia conservación, que se mira con preferencia hasta en los pueblos mas bárbaros y envilecidos.
Si cansado de sufrir levantó alguna vez la cabeza, sólo consiguió por premio de sus actos los caldazos, las horcas, y los martirios mas sangrientos.
Alto Perú, Quito, y otros puntos de esta América, ustedes estan bañados de esa sangre inocente, que humea y clama por la venganza de tantas atrocidades! Llegó el tiempo de que sus clamores fuesen oídos, y ya el inexorable Juez ha puesto en el antiguo Mundo, un Ministro que los vengue y acabará de vengar con justa medida.
Entre tanto, nosotros que como hijos de sus presores hemos sido complices de estas injusticias, estamos obligados a repararlas con nuestros mayores esfuerzos. Si señores, habitamos un suelo, poseemos bienes, cuyo derecho no nos puede corresponder, sino solo por el disputable que nos pueden dar las relaciones de sangre con los Naturales. Y si por sostener la lucha con los opresores de America, no hemos podido todavia establecer un sistema de igualdad entre los Naturales y nosotros, tal que no se note la menor diferencia, por que no les damos a conocer siquiera con el trato la disposicion en que estamos de realizar este gran proyecto en el momento mismo que nos desembarazemos de los tiranos?
Llamémonos todos indios desde ahora, para que nuestros hermanos conozcan el digno aprecio que hacemos de ellos; o si tiene algún inconveniente que yo no puedo comprender, tráteseles cuando sea preciso nombrarlos: diciendo: nuestros hermanos los indios. Cuando la justicia no nos obligara a adoptar este otro medio de manifestarles las obligaciones en que estamos con ellos, la política debía sugerirnos ideas adecuadas a captar la voluntad de unos hombres, que en las actuales circunstancias son y serán siempre útiles en la obra de nuestra regeneración política."
Esa es la verdad, si al menos el hombre no matara al hombre... Seria mas fácil comprender que un extraterrestre no tenga piedad en esclavizar y maltratar a un ser humano, es explicable pues no somos de la misma raza... Pero ¿Un hombre matando a otro hombre?.
Un minuto de silencio por nosotros.
¿Que ha sido el indio sino un vil esclavo, a quien miraban con desprecio, y altenería hasta los negros, y como una bestia de carga, que debia sufrir hasta morir el peso, con que se le queria gravar? No se contentaron nuestros autores con despojarlos de sus terrenos y propiedades con la tiranía y usurpación mas inaudita; sino que se constituyeron unos amos feroces que los tenían sujetos al yugo de la servidumbre, sumergidos en la desnudez, hambre y miseria.
Era delito que un indio mirase a la cara a un español, y si decia una palabra que no fuese la mas sumisa y humillante, era castigado con azotes y obligados a besar en el acto las manos de su verdugo. No era respeto, era adoración la que tributaba a sus tiranos, por consiguiente, estaba obligado a consagrarles los días, las horas, e incluso los minutos, olvidando enteramente las atenciones de su propia conservación, que se mira con preferencia hasta en los pueblos mas bárbaros y envilecidos.
Si cansado de sufrir levantó alguna vez la cabeza, sólo consiguió por premio de sus actos los caldazos, las horcas, y los martirios mas sangrientos.
Alto Perú, Quito, y otros puntos de esta América, ustedes estan bañados de esa sangre inocente, que humea y clama por la venganza de tantas atrocidades! Llegó el tiempo de que sus clamores fuesen oídos, y ya el inexorable Juez ha puesto en el antiguo Mundo, un Ministro que los vengue y acabará de vengar con justa medida.
Entre tanto, nosotros que como hijos de sus presores hemos sido complices de estas injusticias, estamos obligados a repararlas con nuestros mayores esfuerzos. Si señores, habitamos un suelo, poseemos bienes, cuyo derecho no nos puede corresponder, sino solo por el disputable que nos pueden dar las relaciones de sangre con los Naturales. Y si por sostener la lucha con los opresores de America, no hemos podido todavia establecer un sistema de igualdad entre los Naturales y nosotros, tal que no se note la menor diferencia, por que no les damos a conocer siquiera con el trato la disposicion en que estamos de realizar este gran proyecto en el momento mismo que nos desembarazemos de los tiranos?
Llamémonos todos indios desde ahora, para que nuestros hermanos conozcan el digno aprecio que hacemos de ellos; o si tiene algún inconveniente que yo no puedo comprender, tráteseles cuando sea preciso nombrarlos: diciendo: nuestros hermanos los indios. Cuando la justicia no nos obligara a adoptar este otro medio de manifestarles las obligaciones en que estamos con ellos, la política debía sugerirnos ideas adecuadas a captar la voluntad de unos hombres, que en las actuales circunstancias son y serán siempre útiles en la obra de nuestra regeneración política."
Esa es la verdad, si al menos el hombre no matara al hombre... Seria mas fácil comprender que un extraterrestre no tenga piedad en esclavizar y maltratar a un ser humano, es explicable pues no somos de la misma raza... Pero ¿Un hombre matando a otro hombre?.
Un minuto de silencio por nosotros.
Suerte.
3 comentarios:
60segundos me parecen pocos
Creo que es tiempo de quebrar el silencio. Los muertos muertos estan, y somos lo que somos por todo aquello que paso. Seamos consecuentes con los actos que nos dio la historia. Corregir todo ello, ni con frases como "hermano indio" podrias aliviar el castigo que poco a poco nos hemos podido ir poniendo cada uno de nosotros.
La palabra Carajo viene de ahi, que en realidad quiere decir= cara abajo; para que no pudieran ver los indios ni los negros a sus "amos".
Querido Lector anónimo:
He leido tu comentario con algo de sorpresa. Si bien es cierto, nunca me han importado mucho los demas. Pero este artículo en especial lo escribí, porque es fruto de una investigación de varias semanas.
Siempre soy consecuente con mis actos, CON LOS MIOS; NO CON LOS QUE ME DA LA HISTORIA, xq eso sería arrodillarme frente al imperialismo estadounidense. Pero en fin, eso ya es materia de otra investigación y un posible post.
En cuanto a la palabra CARAJO, tu asepcion es buena. Pero hay algo en lo que estas confunfido. "Los indios podian mirar a la cara a sus 'amos' pero las represalias eran muy malas" A ellos nunca les negaron ese derecho politicamente, pero las leyes se veían en la cancha.
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