Que dificil se me hace cargar todo este equipaje, se hace dura la subida al caminar... Que dificil se me hace defender mi ideologia, buena o mala pero mia, tan humana como la contradicción.
Después de tanto tiempo, llegó el gran día. Hace once años llegué a este lugar; un hogar donde aprendí, crecí, perdoné, un lugar donde conocí el amor.
Esta noche no pretendo decirles que somos la promoción perfecta, pues estaría faltando a la verdad. Somos seres humanos y como tales, tenemos virtudes, defectos y muy distintas formas de pensar, lo cual -queramos o no- siempre trae consigo algunas diferencias. A pesar de ello, todos nosotros hemos crecido juntos, compartiendo una serie de viviencias y construido dia a día fuertes lazos de amistad, respeto y cariño que se han venido fortaleciendo, especialmente durante este último año.
Como un conocido slogan comercial de cierta universidad: El colegio no dura once años, sino toda una vida. La pregunta sería: ¿Es cierto?. Cada uno tiene su propia respuesta, no podría contestar por todos ellos pero en todo caso, puedo hacerlo por mi: En el colegio hay cosas que aprendí que no estan en el plan de trabajo de ningún profesor, aprendí cosas que ellos quisieron enseñarnos como amigos, no como docentes. Aprendí a ser perseverante y no dejarme arrastrar por ningún obstaculo, aprendí a ser tenaz y siempre sincero con mis sentimientos y pensamientos, a ser consecuente con mis actos, a ser respetuoso y sobretodo, aprendí de mis errores.
Aprendi tambien a ser libre, me gustaría preguntar: ¿Que es la libertad?. Veo que muchas personas hablan en nombre de la libertad y cuanto mas defienden este único derecho, mas esclavos se muestran de los deseos de sus padres, de los regímenes, de los proyectos interrumpidos a la mitad, de los amores a los que no se podía decir "no" o "basta", de los fines de semana en que se ven obligados a salir con alguien que no desean. Esclavos del lujo, de la apariencia del lujo, de la apariencia de la apariencia del lujo, esclavos de una vida que quizá no quisieran haber escogido pero que han decidido vivir porque alguien mas los convenció que era lo mejor para su futuro. Felizmente, desde pequeño, mis padres y primeros maestros me decían que siempre siguiera mis sueños, mis metas, mis ideales. Me dijeron que nunca dejara las cosas para la mitad, pues me volvería esclavo del pensamiento. La libertad absoluta no existe, lo que existe es la libertad de escoger cualquier cosa, a partir de ahi comprometerse con esa decisión.
Se que es muy pronto para hablar de sufrimiento, pero no me arrepiento de los momentos en que me equivoque, llevo mis cicatrices como si fueran medallas, es que la libertad tiene un precio tan alto como la esclavitud; la diferencia es que pagas con placer y una sonrisa, incluso cuando es una sonrisa manchada de lágrimas.
Independientemente de los caminos que elijamos seguir, estoy seguro que siempre recordaremos aquellas charlas "extracurriculares" dadas por nuestros maestros, charlas en las que nos daban catedra de experiencias personales, que de una forma u otra hemos sabido adecuarlas a nuestro tiempo y espacio.
Existen dos cosas que impiden que una persona realice su sueño: creer que es imposible o que, gracias a un repentino vuelco en la rueda del destino, vea que se tranforma en algo posible cuando menos lo espera, en ese instante, surge el miedo a un camino que no sabes donde irá a parar, a una vida con desafíos desconocidos, a la posibilidad de que las cosas a las que estamos acostumbrados desaparezcan para siempre. Las personas queremos cambiarlo todo, y al mismo tiempo deseamos que todo siga como siempre.
Esperaba con ansias este día, no saben las ganas que tenia de acabar el colegio, que tengo en realidad. Pero hay sentimientos encontrados, por momentos me alegro de tener que regresar a las tediosas clases de matemática, a las mayormente obsoletas manualidades en arte, a las aburridisimas charlas de historia; por otros momentos la nostalgia me invade y recuerdo aquellas bromas, aquellas peleas incluso, nuestros triunfos, nuestros gracaso, los problemas en los que nos metimos sólo por dar la contra, las lágrimas que aveces brotaron de nuestros ojos, nuestra AMISTAD.
Una vez leí que el papel de alma caritativa sólo pertenece a los que tienen miedo de tomar decisiones en la vida. Siempre es mas facil creer en la propia bondad que enfrentarte a los demas y luchar por tus derechos. Siempre es mas facil escuchar una ofensa y no reaccionar que tener el coraje de enzarzarte en un combate con alguien mas fuerte. Siempre podemos decir que no nos ha alcanzado la piedra que nos han lanzado y de noche -cuando los demas duerman- solo de noche, llorar por nuestra cobaría. Lo único que les puedo decir a mis compañeros que es nunca se amilanen, con quien sea siempre demuestren su punto de vista, y hagan valer sus derechos, no dejen que nadie los trate como a monigotes.
Cuando quieran algo, mantengan los ojos bien abiertos, concéntrense y tengan muy claro su objetivo. Nadie acierta a su meta con los ojos cerrados.
José Luis me pidió que escribiera un discurso de despedida, un discurso donde vertiera todos mis sentimientos. He cumplido, pero en parte, este no es un discurso de despedida, sino de un hasta luego. Que este sea motivo para recordar a los que se quedaron, a los que se fueron, a los que volvieron, a los que ya no volveran...
Los quiero mucho.
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